16 de noviembre de 2015

El país de las (locuras) maravillas.

Que de tanto leer tu mirada me volví Don Quijote para luchar contra el remolino ese que se te forma en el pelo.
Que parece que tú eres Alicia porque eres la maravilla y yo soy el sombrerero que no anda especialmente cuerdo.
Que ni agujeros ni conejos que el tiempo se me escapa entre los versos porque no tengo ni idea de como decir que te quiero.
Que a veces, todos necesitamos un Merlín porque hemos sido caballeros, ni princesas, ni espadas, ni dinero más bien, una lucha contra nuestro mayor obstáculo : nosotros.
Y qué más da que si se rompe un espejo sean siete años de mala suerte si yo en ese reflejo no puedo verte.
Pasaría por debajo de una escalera un martes y 13 si la peor de mis suertes es encontrarte sonriendo por verme.
Y que no sé, quizá bailemos mal, separados, a nuestra puta bola pero y qué más da lo importante es estar juntos, lo importante es vernos.
Que fue conocerte y doctorarme en varias carreras que me daba igual arquitecta que albañil si con eso ibas a sonreír.
Qué poco importa si enfermera o doctora si para todas tus heridas tenía cura.
Y qué más da si ni Alicia ni Merlín, ni el sombrerero ni mi carmín iban a evitar que éste, uno de mis mejores sueños, tuviera fin.
Que yo si estoy tan loca pero la locura no es correspondida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario